Un argumento es un razonamiento que intenta hacer, probar o refutar una afirmación. Sirve para proponer, probar o refutar hipótesis y para convencer al interlocutor de que la posición representada es válida.
Existen diferentes tipos de argumentos y clasificaciones según diferentes autores. Esta es una lista de los tipos de argumentos más comunes.
dependiendo del tipo de argumento
Dependiendo del proceso racional utilizado para llegar a la conclusión, los argumentos pueden ser:
Argumentos inductivos
Son argumentos basados en la observación de rasgos o cualidades comunes en un tema o evento. De estos elementos comunes se extrae una conclusión general.
Por ejemplo: “Todos los edificios de mi barrio son bajos. Todos los edificios de la ciudad probablemente también sean bajos”.
argumentos deductivos
En los argumentos deductivos, la conclusión se extrae de las premisas generales establecidas. Por lo tanto, la conclusión sólo sirve para hacer explícito lo que dicen las premisas.
Por ejemplo: «En la fábrica de bolsos, todos los empleados usan bata blanca. Martha trabaja en la misma fábrica, por lo que también usa bata blanca».
argumentos abductivos
En este tipo de razonamiento se describe un hecho para extraer una hipótesis. Es decir, la descripción del evento crea las premisas que justifican o explican la conclusión.
Un ejemplo sería: “Me dieron un perro con un pañuelo blanco. Todos los perros del refugio tienen este pañuelo, así que probablemente de ahí vino mi perro».
Según su contenido
Una forma de clasificar los argumentos es según el contenido de sus premisas. En este caso se clasifican en:
argumentos de autoridad
Son un estilo de razonamiento propuesto por el teórico de la argumentación Anthony Weston y los filósofos Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca. En este caso, las ideas se justifican y evalúan de acuerdo con los pronunciamientos de una figura de autoridad o institución.
Por ejemplo: “La Organización Mundial de la Salud sugiere que la cantidad diaria de agua que necesita un ser humano para el consumo humano es de 50 litros por día”.
argumentos de hecho
También conocidos como argumentos fácticos, están respaldados por evidencia verificable. Es decir, los hechos presentados son irrefutables y fácilmente comprobables, por lo que no existe posibilidad de contradicción.
Un ejemplo podría ser: “Hacía mucho calor hoy. La temperatura máxima fue de 32 grados”.
argumentos morales
En este caso se utilizan valores morales universales para defender una idea (igualdad, amor, justicia, respeto, etc.). Tienden a invocar lo que se considera justo o correcto.
Por ejemplo: «Todos los seres humanos son iguales, por lo que todos tenemos los mismos derechos ante la ley».
Argumentos tradicionales
Establece una idea basada en costumbres y tradiciones. Este tipo de razonamiento puede llevar a conclusiones equivocadas, ya que el hecho de que algo sea una tradición no significa que sea verdadero o correcto.
Un ejemplo sería: “Las mujeres deben quedarse en casa. Ese siempre ha sido el caso y no debería cambiar”.
argumentos probabilísticos
Como sugiere su nombre, son argumentos que usan la probabilidad para apoyar una idea. Se dividen en dos tipos:
- argumentos cuantitativos: Use números o porcentajes para apoyar la idea principal. Por ejemplo: “42,5 millones de personas en América Latina están desnutridas según Naciones Unidas”.
- argumentos cualitativos: Usa adverbios de cantidad en lugar de números. Por ejemplo: «Dos tercios de mi equipo de trabajo son mujeres».
argumentos estéticos
Este tipo de razonamiento apela a la existencia (o inexistencia) de la belleza en lo que busca justificar. Es subjetivo y por tanto poco comprobable, ya que la valoración de lo bello depende de la persona, la cultura, el momento histórico, etc.
Como ejemplo podemos poner: «Para mí, esta casa es la más linda del barrio porque es la única en amarillo».
Argumentos de la experiencia personal.
Es cuando justificamos una idea en base a nuestra experiencia y ésta se convierte en norma que se aplica a otros eventos. Dada la naturaleza subjetiva de este tipo de razonamiento, sus conclusiones a menudo pueden ser erróneas.
Por ejemplo, «No recomiendo ir al restaurante de la esquina porque mi comida no era tan buena».
Dependiendo del propósito
Los argumentos pueden tener el propósito de apelar a la racionalidad oa lo emocional. En este sentido, se clasifican en:
argumentos logicos
Son una clase de argumentos caracterizados porque la conclusión es una consecuencia racional de lo expresado en las premisas. Algunos subtipos de argumentos lógicos serían:
Argumentos por ejemplo. Es un tipo de razonamiento propuesto en los modelos de Anthony Weston, Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca. Proponen una generalización basada en la enumeración de ejemplos comprobables para justificar la idea central.
Por ejemplo: «Los países más desarrollados están en Europa. Están Francia, Alemania y Holanda».
Argumentos de principio general o generalización. Aquí la conclusión se genera a partir de una serie de eventos similares tomados como generalidad. Este…